La Meditación
“Cuando meditas, el silencio de los sentidos ilumina la presencia de Dios en tu interior.”
No importa quiénes somos, qué hacemos, qué poseemos o no, todos tenemos la capacidad de meditar. Una vez que esta habilidad se ha despertado a través de la iniciación de shaktipat, nuestra meditación se profundiza naturalmente y nos lleva a nuestra meta, la realización del Ser.
La meditación es la práctica de dirigir la atención hacia adentro. Nos invita a descubrir el mayor misterio de la existencia: en nuestra forma humana, también somos divinos. Cuando la mente se calma en la meditación, nos sentimos irresistiblemente atraídos por la presencia de Dios dentro de nosotros, como las abejas a la miel. En contacto con esta verdad nuestra agitación cesa y nos inunda un sentido de nuestra perfección, de nuestra divinidad.
Los intensivos de Siddha Yoga, durante los cuales se imparte shaktipat, ofrecen un entorno único especialmente diseñado para comenzar o profundizar la práctica de la meditación. A partir de entonces, al sumergirnos de nuevo en este estado todos los días, aunque solo sea por un corto tiempo, descubrimos que nuestra comprensión de las cosas cambia gradualmente. Descubrimos que el estado natural de meditación es accesible para nosotros incluso durante nuestras actividades diarias. Descubrimos que Dios está más cerca de nosotros que nuestro aliento. Sentimos que la presencia divina impregna nuestro universo cotidiano.